EL HOMBRE QUE NO QUERIA SER RICO

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                                        EL HOMBRE QUE NO QUERIA SER RICO 

Penetro en campo minado.

Yo tengo un amigo, (Así empezaba Cachano), que se declara, como desideratum, miembro de la clase media. Durante la primera parte de su vida peleó, duramente, por acceder a ella desde los estratos mas humildes de la sociedad y mas tarde, renunció, por convicción, a la posibilidad de pertenecer a lo que se ha dado en llamar clase alta económica.

Ya en su etapa de recuerdos, me confiesa que se esfuerza en descubrir y analizar aquellos hechos, acontecimientos o frases que fueron trascendentes en su vida, bien  porque tuvieron la virtud de señalarle el camino o porque le descubrieron el error de la dirección del que estaba siguiendo. 

Y recuerda una frase que tuvo, para él, consecuencias importantes. Un día, en su etapa de ejecutivo de empresa, alguien, que tenia que entregarle unos documentos, le sugirió que enviase al “mecánico” a recogerlos a su despacho. El no tenia “mecánico”, pero el hecho de que se diera por descontado que si lo tenia fue una alerta, un ingrediente, entre otros, que le llevó a programar un cambio importante en el rumbo de su vida. Decidió que tratar de ser miembro de ese grupo o clase social, que admite, en su forma de vivir, tan extraña relación laboral, no le interesaba. Dió media vuelta y orientó su vida profesional a procurarse una vida confortable, pero lejos de la ambición de  lo que se entiende por hacerse rico.

Y me dice, que él se encuentra a gusto participando de las inquietudes, valores, preocupaciones y ocupaciones que caracterizan a los miembros de lo que llamamos clase media:

Esfuerzo de perfeccionamiento personal y compromiso profesional en busca del bienestar y la estabilidad suya y de su familia.

  Afán de cultura y puesta al día, que se busca en la lectura, la información, la música, los espectáculos, los viajes, la gastronomía, los museos, etc…. 

Cohesión de la familia, reparto de funciones con su pareja y elaboración de planes y proyectos conjuntos. Relación de cariño y respeto con las familias de ambos. 

Educación y adiestramiento de los hijos, sin regatear esfuerzos en el aspecto personal y económico, para que puedan desarrollar, al límite, todas sus posibilidades.

Máximo interés por alcanzar una vivienda en propiedad a cuya compra y acondicionamiento se dedican, prioritariamente, en una etapa de la vida, buena parte de los esfuerzos económicos. 

Pero observa, con tristeza, un deterioro de estos valores, tan profundo y persistente, que no puede evitar la inquietante sospecha de que o se debe a una acción premeditada por parte de alguien o al arrastre mimético de sectores de la sociedad completamente contrarios, que están conduciendo a esta, por inquietantes derroteros.

Vemos la continua lucha por desdibujar, incluso en lo físico (vease pases de modelos), las diferencias entre los sexos; la creación de otros nuevos y el trasvase entre ellos de forma que algunos pretenden que sea una elección voluntaria.

El ataque a la base de la base de la sociedad que es la familia, destruyendo el compromiso en la pareja y el de sus miembros con sus hijos e introduciendo legislación que la condiciona con la devastadora sospecha de que el cónyuge pueda convertirse en el peor enemigo.

Debilitamiento de la autoridad en la formación de los hijos, impidiendo emplear la necesaria fortaleza en su educación, que necesita de firmeza, exagerando la practica del dialogo y la negociación con niños y adolescentes que no están preparados, por definición, para ello. Y vemos, quizá por primera vez, generaciones  que no alcanzan las cotas que lograron sus padres, que tenían, seguramente, mayores dificultades.

La misma perturbación en los roles de abuelos, hijos, nietos y, en general una destrucción de los “de toda la vida” que, con seguridad, necesitaban revisión y puesta al día, pero que han sido sustituidos, no por otros nuevos, sino por un estado de confusión en la que cada uno tiene que inventar y descubrir lo que costó muchas generaciones establecer. Misión imposible. 

Jesús Carasa (26-1-18) Pintor y Escritor.