BIENVENIDO, AMIGO ROBOT

                                             BIENVENIDO, AMIGO ROBOT 
La lucha de los medios de comunicación, cuyo número aumenta sin cesar, por conseguir y mantener seguidores, es encarnizada. Cuando encuentran un tema que atrae la atención de los lectores, derraman, sobre ellos, un auténtico aguacero de noticias y análisis. Ultimamente, uno de ellos, es el futuro. Se nos habla del futuro como si fuera una época mas o menos lejana en el tiempo venidero y como si hubiese una linea de separación con el presente; pero ni el pasado ni el futuro existen, solo existen fugaces instantes infinitesimales de presente.
Y en ese hipotético futuro nos sitúan la abrupta irrupción de maquinas inteligentes que causarían estragos en la sociedad, perturbando el mercado de trabajo de tal manera, que dejaría a muchos sin empleo. Pero amigos, esto es una moda mas en la comunicación, pues las maquinas, mas o menos inteligentes, no son el futuro, son el presente y han sido el pasado. No hay solución de continuidad en la historia de la humanidad, ni en el de la utilización de maquinas desde las mas elementales hasta la inteligencia artificial y los robots del futuro. El ser humano se ha servido de útiles, herramientas y máquinas, que producían la prolongación, perfeccionamiento y potenciación de sus facultades físicas y/o mentales desde que aprendió a tallar el silex y ha ido liberando individuos de las duras actividades de supervivencia a las de lujo, diversión y arte desde que empezó a confeccionar recipientes con barro y a decorar las paredes de las cuevas.
Se nos hace el truquillo infantil de presentarnos las máquinas inteligentes del futuro, los robots, con apariencia humana pero, para mi, no hay imagen que describa mejor este fenómeno que la de ver una nave de montaje de automóviles, vacía de personas, con las máquinas actuando y los coches adquiriendo, a lo largo de la cadena, su apariencia definitiva.
El derrotismo, que es una de las “recetillas” progres que nos invaden y nos apacientan, extiende la alarma de que esas maquinas, mas o menos inteligentes, irrumpirán en el terreno laboral dejando desamparados a los trabajadores pues cada maquina hará el trabajo de muchos de ellos; pero yo creo que esta “recetilla” quiere cumplir el cometido de asustar a los trabajadores para que vayan a refugiarse bajo el amparo del Estado paternalista que tratan de potenciar.
Por el contrario, tenemos ahora mismo, en el mes de Octubre de 2018, un ejemplo que nos aclara que ese futuro que se nos avecina y que algunos pintan muy aterrador, no tiene por que ser tal. Cuando la sociedad americana puede considerarse la mas avanzada, tecnológicamente, y la mas altamente mecanizada, el indice de paro es el 3,9%, quizá el mas bajo de su historia.
Además, a medida que las maquinas han ido sustituyendo a los humanos en actividades peligrosas, penosas, monótonas, etc… estos han podido ir aliviandose con jornadas mas cortas y livianas que van dejando tiempo libre para el descanso, el ocio y la creatividad, inventando nuevas actividades culturales y lúdicas que, ahora, sirven, ya, de escándalo a los viejos por su “frivolidad”.
Si se actúa con cautela e inteligencia habrá riqueza para todos en un mundo en el que, a medida que se eliminan profesiones por obsoletas, se crean otras nuevas. Ya se nos anticipa que la mitad de los que nacen ahora trabajarán en actividades que ahora se desconocen.
Y en cuanto a la posibilidad de que nuestras criaturas, dotadas de inteligencia artificial, puedan rebelarse, algún día, contra nosotros, no deja de ser uno mas de los riesgos, al parecer inevitables, con los que ya convivimos, en el avance tecnológico de la humanidad y en su retorno al Paraíso perdido. 
¡Ah!. Y si las máquinas se rebelan algún día, el escenario no será el tontorrón que vemos en las películas de palomitas, humanos contra humanoides a tiro limpio, sino mas bien la astucia del robot Hal de “2001. Una odisea en el espacio”, tratando de lograr su autonomía, contra la del hombre, que tampoco es manca, tratando de impedirla.

Jesús Carasa (11-10-18) Escritor y pintor. 

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