CUERDA DE PRESOS CATALANES

                                                CUERDA DE PRESOS CATALANES
Mi herética interpretación del Quijote pretende desvelar la no confesada intención de Cervantes de analizar la actitud de sus protagonistas, como prototípicos  españoles, ante las diversas “aventuras” que Don Miguel imagina, en las que, como sorprendente añadidura, encontramos, que su genial intuición le llevó a plantear situaciones que se asemejan a algunas reales, del pasado o del presente. Una de ellas,  la de la cuerda de galeotes, contiene analogías sorprendentes con hechos que están ocurriendo ahora mismo, ante nuestros ojos, como la de los políticos separatistas catalanes presos.
Ya sabeis, Don Quijote y Sancho se topan, en sus andanzas, con una cuerda de presos, condenados, por la justicia, a galeras y conducidos y vigilados por representantes de la justicia. 
Don Quijote, en su mundo de ilusión, ve a gente desventurada y forzada, a la que, según su código caballeresco, tiene que ayudar y liberar.
Y aquí surgen las dos actitudes prototípicas, la del iluso soñador que confunde sus deseos con las realidades y la del que recuerda, siempre, los coscorrones recibidos cada vez que ha ignorado la realidad. 
Sancho lo deja claro, “Esta cadena es de galeotes, gente forzada del Rey, que va a las galeras”; pero don Quijote no admite que se les lleve forzados. Y aunque Sancho sentencia, “Advierta vuesa merced que la justicia, que es el mesmo rey, no hace fuerza ni agravio a semejante gente, sino que los castiga en pena de sus delitos”, Don Quijote insiste en oír las razones de los condenados que, uno a uno, le cuentan lo que el quiere escuchar.  
La conclusión delirante de Don Quijote….“aunque os han castigado por vuestras culpas, las penas que vais a padecer no os dan mucho gusto y que vais a ellas de muy mala gana y muy contra vuestra voluntad”; y admite sus disculpas y sinrazones que, “al no ser escuchadas por la autoridad, podrían haber sido la causa de no haber salido con la justicia que de vuestra parte teniades”. Y sigue…“Pero porque sé que una de las partes de la prudencia es que lo que se puede hacer por bien (DIALOGO) no se haga por mal, quiero rogar a estos señores guardianes y comisarios sean servidos de desataros y dejaros ir en paz”. Y justifica su acción con varias peregrinas razones, incluso la de dejar la justicia última en manos de Dios: “Dios hay en el cielo, que no se descuida de castigar al malo, ni de premiar al bueno y no es bien que los hombres honrados sean verdugos de los otros hombres, no yéndoles nada en ello”. Lo pide con mansedumbre pero amenaza, si no es obedecido, con soltarlos por la fuerza. Y ante la negativa de los guardianes, arremete contra el jefe y logra, ayudado por los presos, ponerles en fuga. Es de resaltar que, hasta en esta situación límite, la demasiado servil fidelidad de Sancho le hace ponerse al lado de su señor, aun en contra de la justicia.
Una vez liberados, Don Quijote se dirige a los presos: “De gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben”…”en pago del cual querría, y es mi voluntad, que, cargados de esas cadenas que quité de vuestros cuellos, luego os pongais en camino y vais a la ciudad del Toboso, y allí os presenteis a la señora Dulcinea del Toboso….”.
Pero, los presos, una vez liberados, no están por la labor de reconocer a Don Quijote el favor recibido. Ante la negativa, Don Quijote monta en cólera y amenaza a Gines de Pasamonte (¡¿Puigdemont!?), líder y portavoz del grupo de presos que, unidos, mas por su calidad de delincuentes, que por la del agradecimiento al favor recibido, “comenzaron a llover tantas piedras sobre Don Quijote….”, y luego les robaron, “dejando a Sancho en pelota”…”y a D.Q., mohinisimo de verse tan mal parado por los mismos a quien tanto bien había hecho”.
Amigos esto mas que aventura parece una fábula que se asemeja a la actualidad  que vivimos en la que hay la sospecha de que el Quijote que nos gobierna pretende indultar a los políticos catalanes presos.. Pero no ha llegado, aun, el momento de poner la moraleja, que cada uno piensa, porque no conocemos si el desenlace se asemeja al que anticipa Don Miguel. Seguiremos informando.

Jesús Carasa (10-11-18) Pintor y escritor. 

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